Todos hemos oído hablar del alojamiento web compartido, pero quizás no tanto acerca del cloud hosting. Cuando hablamos de «la nube», no queremos decir simplemente que un programa o archivo está guardado en un servidor y puesto a disposición de los ordenadores cliente que se conectan a la IP del servidor. Nos referimos a programas y archivos que se ubican normalmente en una red de servidores.

Esto encierra enormes ventajas para alojar todo tipo de programas y archivos, tanto desde el punto de vista de la seguridad, como de la estabilidad y la escalabilidad del hosting. Si quieres conocer en qué consiste el alojamiento en la nube, te damos algunas pistas acerca de las ventajas que implica.

El alojamiento web en la nube y el alojamiento compartido

Los servicios de alojamiento web compartidos pueden ser lo más adecuado para pequeños proyectos en Internet, o cuando se está empezando un negocio. Son económicos, se alquila solamente el espacio necesario y no son complicados de manejar. A medida que una página web va creciendo, aumentan sus necesidades y puede requerir otro tipo de alojamiento: servidores virtuales, servidores dedicados, o cloud hosting.

Si tu empresa está pensando en instalar una aplicación compleja, que va a requerir muchas consultas de MySQL al mismo tiempo, como un software de gestión para empresas o cualquier tipo de programa que se use en la red, o requiere de un amplio espacio web, el cloud server es la opción más adecuada. Algunas tiendas con un amplio volumen de productos también pueden requerir este tipo de servidor.

En cambio, si el proyecto es de pequeñas dimensiones, como un blog recién comenzado o una página web corriente para venta de productos y servicios, el hosting compartido puede ser la mejor opción. En todo caso, habrá que tener en cuenta que aquí compartimos espacio con otros usuarios y nuestra escalabilidad está limitada a las características del plan de alojamiento contratado.

En el cloud server podemos disfrutar de una alta estabilidad, ya que está sustentado en diferentes servidores. Si en un momento alguno de los servidores se cae, la página web o aplicación no deja de funcionar instantáneamente. Harían falta que cayera una parte esencial de la red de servidores para que su estabilidad se viera afectada.

Es verdad que el cloud server es más caro que los alojamientos compartidos y muchas personas prefieren acudir a los servidores virtuales, que aunque comparten hardware, puede proporcionarles cierta estabilidad a nivel de software. Sin embargo, en términos de inversión, muchas empresas prefieren evitar riesgos cuando se trata de una web con unas características muy determinadas.

¿Qué tipo de alojamiento web prefieres? ¿Has alquilado alguna vez un cloud server para tu proyecto? Cuéntanos tu opinión en los comentarios.

(Photo by John Seb Barber – Flickr)